UNA IGLESIA PODEROSA
Una iglesia poderosa no lo es por su tamaño, su poder adquisitivo o sus capacidades. Una iglesia poderosa no es la que cree que solamente ella hace las cosas bien, que se cree la mejor, la que cree que tiene los mejores programas, los mejores músicos, los mejores predicadores, la mejor enseñanza, que tiene el complejo de He-man (yo tengo el poder), la que esta compitiendo continuamente para ser la mejor de la ciudad y como consecuencia imprime en sus miembros un espíritu competitivo, denominacional “somos los mejores” y se aparta de la verdadera unidad: La unidad de la iglesia de la ciudad, compuesta por las diferentes congregaciones más allá de su denominación. Con el único propósito de alcanzar a todos los hombres para Cristo y poner de cabeza una ciudad.
Pero entonces ¿qué es lo que hace que una iglesia sea poderosa?.Una iglesia poderosa, es poderosa porque es sana, porque ha permitido que Dios trabaje profundamente en ella. En Lc 4:18 dice Jesús:- “El Espíritu del Señor está sobre mi, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;…” Y esa es la tarea de la iglesia, sanar a aquellos que se acerquen a ella y llevarlos a tener un encuentro significativo con Cristo, compartiéndoles esa buena noticia de la cual habla el maestro, que transforma las historia de una vida. De esa manera vamos a producir lo que sembramos, gente sana, sanando a otros, gente que ha tenido un encuentro significativo, poderoso con Dios, que acerca a otros para que les pase lo que les pasó a ellos. Entonces una iglesia sana se vuelve una iglesia influyente, que ha dejado de estar encerrada en cuatro paredes llena de problemas, chismes, disputas. Ahora está en cada extracto de la sociedad, cumpliendo su rol, siendo la sal de la tierra en cada lugar de la ciudad (Mt.5:13), en la escuela, en la oficina, en la universidad, en el gobierno, en la empresa, en el vecindario, en la profesión, con su oficio, en la administración publica, la jus
ticia, las artes, el deporte etc… ahora ya no es invisible, se vuelve visible por el trabajo de cada miembro y como consecuencia empieza a crecer, a alcanzar a los que antes no había podido tocar, ilumina el camino de la sociedad hacia Él, si!!! hacia Jesús, él que cambia las vidas. Esa es la iglesia que necesitamos levantar en este tiempo, es la iglesia que Dios quiere levantar ahora y para ello necesita gente que quiera ser sanada y este dispuesta a sanar a otros y a hacer lo que Dios dice que hagamos Timoteo 2:2 Lo que has oído de mi ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles “que hagan lo mismo" Una iglesia poderosa Valora la Palabra y la pone por obra, Valora los principios y los pone en práctica, Valora la visión y la desarrolla…
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